EQUIPO 4, ENTRADA 1: UNA NUEVA PERSPECTIVA EDUCATIVA GRAMSCIANA

  

UNA NUEVA PERSPECTIVA EDUCATIVA GRAMSCIANA

abril 14, 2021

 Gramsci en el marco de la perspectiva marxista

Antonio Gramsci (1891-1937) es un clásico marxista contemporáneo que, a su vez, se opone al naturalismo y está a favor del socialismo. También diseña su concepto del ser humano bajo el eje marxista, estipulando que el hombre es, sobre todas las cosas espíritu. En este mismo sentido, podemos mencionar que el sustento prioriza la perspectiva marxiana en cuanto a que la educación debe de ser abundante en valores o polivalente. Sacristán hizo referencia a que Marx no es economista, historiador, filósofo y organizador, aunque todos los aspectos de sus obras pueden clasificarse en las mismas, en términos académicos. Cabe mencionar que Gramsci tampoco es crítico literario, crítico cultural, filósofo o teórico político. Y para entender su obra, él hace énfasis en la noción de práctica que es una parte integradora de todos los planos del pensamiento de la conducta (Palacios, 1984)

Gramsci tenía una preocupación y eran los problemas educativos, él plantea que para tratar de comprender estos problemas estos tenían que estar vinculados tanto con los problemas culturales y políticos, como consecuencia se está favor del socialismo, porque es como una orientación de la vida que abarcaría no sólo lo espiritual sino también lo moral. Es decir, plantea que con la existencia de una cultura socialista la educación no solo dejará de ser un privilegio exclusivo para los hijos de la clase burguesa, en consecuencia, el Estado seguirá invirtiendo en la educación para prevenir que se excluya a los jóvenes sobresalientes del proletariado.  Un segundo problema de la educación es qué función juega el intelectual en la cultura y su relación con las masas no intelectuales, el cual se abordará en el apartado de la Praxis. Un tercer problema es como la industrialización ha invadido todos los sectores especialmente a la educación, debido a que el Estado es un aparato regulador que imparte y fomenta conocimiento entre sus estudiantes de índole industrial,  para llevar a cabo las actividades y funciones que la industria necesita; teniendo como consecuencias que el trabajador reduzca su capacidad de pensar, de reflexionar, y de razonar; debido a que la tarea del trabajador se limita únicamente a saber operar la maquinaria que tiene enfrente; en cierta manera podemos decir que, el trabajo se monotoniza y mecaniza; teniendo como consecuencia la proliferación de la invasión de las máquinas por encima del trabajo intelectual y manual.

El autor, expone que para que se pueda resolver el problema educativo, es necesario que se sienta perteneciente al Estado, al consejero y al proletariado. Gramsci llama al partido político el moderno príncipe, y expone que este no puede ser el organizador de una reforma intelectual y moral; por lo tanto, debe abrir un espacio para la voluntad nacional-popular.

El papel de la escuela y el desarrollo de una nueva hegemonía social y cultural.

Gramsci reconoció que la hegemonía es una cultura que participa en la lucha entre las cosmovisiones de clase, que incluyen valores, ideas, creencias e ideas sobre lo que son las personas y la sociedad y qué es lo más importante. Gramsci describía que dicha hegemonía era, un mecanismo que no se podía ver por el cual aquellos lugares de influencia en la sociedad a menudo estaban ocupadas por personas de la clase ya gobernantes y casi siempre con la aceptación de los subordinados 

 

Gramsci creía que la crisis estructural de la sociedad y sus principios culturales ideales se han reflejado en la crisis escolar creada por los países liberales. Más precisamente, insiste en el hecho de que las exigencias del desarrollo tecnológico de la producción y su compleja influencia social han eliminado la vigencia de este principio y en la organización docente en escuelas tradicionales. Y en este sentido para entender plenamente el interés de Gramsci por los problemas educativos y culturales, es necesario conectarlos con los problemas políticos. Plenamente consciente de los problemas de enseñanza, sino también estrechamente relacionados con cuestiones culturales y políticas más amplias (Palacios, 1984). Además, concibe a la cultura como una eminente conciencia del propio ser o el propio yo, en cada individuo dejando por debajo la ineptitud, de allí el papel de la escuela es tratar de disipar a la vieja cultura del Estado burgués y buscar en una nueva cultura respuestas y demás culturales del proletariado (Palacios, 1984)

Así mismo, la escuela va a tratar de romper con el significado que, antepuesto de cultura, donde el hombre se podría nutrir de ello y entraría en función como un diccionario que le diera respuestas a lo que sucedía en el mundo. Esta nueva cultura sería una disciplina del propio yo interno, es donde se toma la propia personalidad, la conciencia superior, la propia función en la vida, los propios derechos y deberes. Como resultado la cultura es ser dueño de nuestro propio yo, siempre y cuando empezamos a comprendernos, sino no podremos comprender a los demás. En definitiva, la cultura no solo se limita a lo anterior, sino que también existe una libre decisión, donde se obra y se piensa bien cuando se debe de hacer, en consecuencia, hay crítica, esfuerzo y estímulo de acción, “como modo de vida y conducta, como camino de liberación”. (Palacios, 1984: 406)

Praxis y la propuesta de una “nueva pedagogía”

 

Gramsci mencionaba que la praxis era la unión que existe y debe existir entre teoría y práctica, (conceptualización y acción) él mismo escribió que la filosofía práctica es tanto filosofía política. como una política que es también una filosofía. Esto significa que la filosofía práctica no solo debe explicar la realidad, sino también modificar la realidad, estableciendo que la tarea de completar la transformación no solo se limite a un grupo social establecido, sino que también involucra a un gran número de seres humanos (Gramsci, 2001). De modo similar describe que la filosofía práctica a la necesidad de vincular, teoría y práctica es negar el desarrollo de la filosofía a través de la dialéctica conceptual pura y asumir cambios en las condiciones históricas. Desde este punto de vista, la conquista de la realidad económica propuesta como objetivo prioritario de esta transformación trasciende esa realidad financiera abre la puerta a nuevas personas, costumbres y libertades.

El nuevo método de enseñanza no solo debe encontrarse en el aula, sino también en el exterior de la misma. Sin embargo, debemos tener en cuenta que los nuevos métodos inherentes de educación gratuita deben ir acompañados de responsabilidades. De esta forma, debemos entender que la escuela y la vida no deben separarse, porque si esto sucede, caeremos en una crisis educativa, por lo que debemos buscar un equilibrio entre la vida y la escuela, pero no establecer una separación clara entre los dos. Nos permite estar llenos de vitalidad y creatividad entre nuestros compañeros.

A su vez, la filosofía de la praxis permite la construcción o generación de un nuevo hombre con una nueva moralidad y libertad, es importante mencionar la nueva pedagogía que está relacionada con las necesidades de la sociedad en general. En este mismo sentido se crea una nueva cultura que desbanque a la cultura previa que es producto del Estado. Esta nueva cultura debe de tener como estandarte principal la igualdad de los hombres que busca tener como resultado una república democrática.  Por ende, la praxis para Gramsci, la cultura es tratar de llevar a la clase obrera a la administración social y convertirla en clase dirigente, esto lo va a ser por medio de la revolución; aquí se aplica la praxis, llevar a todos a una filosofía superior de la vida.

Gramsci estaba preocupado por otro tema y es el papel que ocupan los intelectuales en la sociedad ¿Pero qué se entiende por intelectual?, para Gramsci todos los individuos son intelectuales, pero esto no quiere decir que todos los individuos tengan la misma capacidad de ser intelectuales en la sociedad; así que hace mención de dos tipos, los intelectuales que están enlazados a la ciencia y la filosofía, es decir los que poseen una profesión y los no intelectuales que Gramsci hace referencia que estos no existen (Gramsci, 2001)

Los intelectuales como una especie de herramienta que era utilizada por la hegemonía dominante, la identificó especialmente como “una categoría orgánica con toda clase dominante” (Gramsci, 2001: 407); para Gramsci esta categoría viene acompañada por dos tipos de intelectuales que son los intelectuales orgánicos “cada clase nueva comporta y elabora un desarrollo progresivo” y los intelectuales tradicionales [...] que son categoría intelectuales anteriores a nuestra cultura y que aparecen como representantes de una comunidad histórica".(Gramsci, 2001: 407).

Ahora bien, la relación entre cultura y política relacionada con el papel de los intelectuales es el núcleo de la teoría de la hegemonía propuesta por Gramsci. Cualquier cambio en las relaciones de producción se produce a través del surgimiento de una nueva cultura. La nueva cultura constituye el motor de la transformación económica. Al mismo tiempo, debe significar una revolución ideológica, y debe configurarse una nueva sociedad antes y después de asumir el cargo civil.

Gramsci coloca a los intelectuales y sus roles en una nueva posición incluyéndose en el marxismo. Esto se debe a que se contribuye a los intelectuales y la clase obrera como lo que él llama "intelectuales orgánicos proletarios". Esto ha cambiado la política de la alianza, y es también una filosofía de práctica. La teoría intelectual muestra una contribución revolucionaria al pensamiento marxista, sin ella sería imposible describir el mecanismo que une a los grupos históricos y el surgimiento del consenso como factor decisivo de hegemonía y autonomía dialéctica. En este sentido se podría decir que no solo ganó una superestructura en el mantenimiento y superación de los bloques, sino que también construyó una nueva superestructura.

En conclusión, debemos entender que la escuela y la vida no deben estar separadas, ya que si esto pasa entraremos en una crisis educativa, por lo que se debe buscar un equilibrio entre la vida y la escuela más no una separación tajante entre estas para que esto nos lleve a una formación dinámica y creativa llena de colectividad entre pares.  Con referencia a una nueva pedagogía acorde con las necesidades reales de la sociedad; en definitiva, se trata de crear una alternativa educativa, mediante una escuela proyectada hacia una sociedad distinta. Para ello, debemos ver en este intento el compromiso de Gramsci con la política y la práctica, un esfuerzo que, como hemos señalado, caracteriza su pensamiento y su vida. Según Gramsci, no es el menor fracaso de la nueva pedagogía haber intentado abordar el dogmatismo precisamente en el ámbito donde es prácticamente necesaria una cierta dosis de dogmatismo: el campo de la instrucción, de la asimilación de nociones concretas.

 

Bibliografía: 

Gramsci, A. (1995) La alternativa pedagógica. Editorial Fontomara, Barcelona, España. pp. 47-67

Gramsci, Antonio (2001) “Formación y función de los intelectuales” y “La organización de la escuela y la cultura”.

Giroux, H. (1986) Teorías de la reproducción y la resistencia en la nueva sociología de la educación: un análisis crítico. Cuadernos Políticos, número 44 México, DF, editorial Era, julio-diciembre de 1985 pp. 88-112

Palacios, Jesús (1984) La cuestión Escolar. Críticas y Alternativas. Editorial Laia. Barcelona. Pp. 397 a 428.

Escrito por: 

Gutiérrez Román Dalia Marichel 

Hernández Hernández Hilario Orbelín 

Muñoz Velázquez Gabriela

Pérez Bernal Diana Laura