ENTRADA 3 EQUIPO 6

Propuesta reproduccionista de Pierre Bourdieu y J.C. Paseron

El capital cultural, se muestra como una hipótesis indispensable para mostrar las diferencias en los resultados escolares respecto a las diferentes clases sociales, el éxito escolar que pueden alcanzar o los beneficios que los niños de las distintas clases pueden obtener del mercado escolar relacionado con el capital cultural entre clases. 

Encontramos una ruptura a la visión de cómo el éxito o el fracaso logrado es el resultado de las aptitudes naturales, donde la relación entre la "aptitud" por los estudios y la inversión en ellos, demuestran que ignoran que la "aptitud" o el "don" es el producto de una inversión en tiempo y capital cultural. 

El capital cultural puede existir bajo 3 formas: el estado incorporado, el estado objetivado:, bajo la forma de bienes culturales, cuadros, libros, diccionarios, instrumentos, maquinaria, y el estado institucionalizado. El estado incorporado se encuentra relacionado con el cuerpo y su incorporación, en la medida en que hay un trabajo de inculcación y de asimilación, tiene que haber un tiempo invertido. 

El trabajo personal,  se relaciona con cultivarse, hay un trabajo de adquisición, el cual se convertirá en  parte de la persona, en un hábito. Pagando con su propio tiempo. Este capital "personal" no puede ser transmitido instantáneamente,  debido a que se va  acumulando en base a las capacidades del sujeto, y no puede acumularse más allá de sus capacidades de apropiación y con el paso se va debilitando o muriendo (su memoria, capacidad de retener información, etc.). 

Por otro lado el estado objetivado hace referencia al número de propiedades o apoyos materiales que se tiene como escritos, pinturas, monumentos, etc. Los bienes culturales por lo tanto pueden ser un objeto de apropiación material relacionado con el capital económico así como apropiación simbólica para el capital cultural.

“hay que tener cuidado de no olvidar que este capital cultural solamente subsiste como capital material y simbólicamente activo, en la medida en que es apropiado por agentes y comprometido, como arma y como apuesta que se arriesga en las luchas cuyos campos de producción cultural (campo artístico, campo científico, etc.) -y más allá, el campo de las clases sociales- sean el lugar en donde los agentes obtengan los beneficios ganados por el dominio sobre este capital objetivado, y por lo tanto en la medida de su capital incorporado” 

Por último encontramos el estado institucionalizado, aquí hace referencia al reconocimiento de las instituciones y de sus elementos por ejemplo los títulos escolares. El título escolar se evalúa bajo un mercado, su valor es relativo y depende de su posición en el seno de la escala relativa de los títulos escolares. Por lo que el valor de un título que permite beneficiarse bajo el mercado de trabajo de bienes culturales. Este tipo de capital se logra por medio de inversión de tiempo y dinero, por lo que Bourdieu se refiere a dicho capital como un valor que puede ser intercambiado por dinero.

Encontramos dos conceptos básicos: arbitrariedad cultural y el de violencia simbólica. Se menciona que toda cultura académica es arbitraria, y su validez proviene de que es la cultura de las clases dominantes, la cual es impuesta a la totalidad de la sociedad como evidente objetivo. 

Para poder vencer las resistencias culturales antagónicas, el sistema escolar recurre a la violencia, esta  violencia simbólica puede tomar formas muy diversas hasta  ser extraordinariamente refinadas, por tanto más difícilmente aprehensibles pero que tiene siempre como efecto  la desvalorización y el empobrecimiento de toda otra forma cultural y la sumisión de sus portadores. 

La escuela por lo tanto sería la institución encargada de la función social de enseñar y de definir lo que es legítimo aprender. 

Bourdieu y Passeron mencionan que no existe una cultura legítima: ya que toda cultura es arbitraria. La definición de cultura es una definición social. Donde  la escuela hace propia la cultura particular de las clases dominantes, enmascarando su naturaleza social y la presenta como la cultura objetiva, indiscutible, rechazando al mismo tiempo las culturas de los otros grupos sociales, por lo tanto la escuela legitima de tal manera la arbitrariedad cultural

Se menciona que la violencia simbólica es la acción pedagógica que impone significaciones y las impone como legítimas. Pero esta legitimación a la vez  implica la autonomía relativa de la escuela para disimular las relaciones de fuerza que determinan la acción: sin embargo, de no haber este disimulo, las funciones sociales de la escuela podrían ser evidentes generando que no se lleven a cabo sus funciones. 

La violencia simbólica: es esa violencia que arranca sumisiones que ni siquiera se perciben como tales apoyándose en unas «expectativas colectivas», en unas creencias socialmente inculcadas.

Arbitrariedad cultural: forma de actuar que se basa solamente en la voluntad y en el capricho y no en la razón, la lógica o la justicia. (Bourdieu, 1987)

Pierre Bourdieu y Jean Claude Passeron dentro del marxismo

Dentro del análisis que Bourdieu  y Passeron hacen en el texto, acerca de la reproducción, se destacan dos conceptos básicos que utilizan para remarcar la “gran cultura” dentro de lo escolar, estos conceptos son: la arbitrariedad cultural y la violencia simbólica, explicando que “Toda cultura académica es arbitraria, puesto que su validez proviene únicamente de que es la cultura de las clases dominantes, impuesta a la totalidad de la sociedad como evidente saber objetivo. Por otra parte, para vencer las resistencias de las formas culturales antagónicas, el sistema escolar necesita recurrir a la violencia, violencia simbólica, que puede tomar formas muy diversas e incluso extraordinariamente refinadas y por tanto más difícilmente aprehensibles, pero que tiene siempre como efecto la desvalorización y el empobrecimiento de toda otra forma cultural, y la sumisión de sus portadores.”  (Passeron, 1977)

Considerando estas ideas dentro del enfoque marxista, visto desde una lucha ideológica y de las  funciones que desempeñan las instituciones dentro de la organización social en los sectores más desfavorecidos. Sin embargo, el sistema francés de enseñanza aparece como un caso excepcional, entre las formaciones sociales capitalistas, con el fin de construir un modelo abstracto para todo sistema escolar, poniendo al descubierto mecanismos de actuación de un sistema escolar concreto, de esta manera se busca mostrar hasta qué punto la igualdad formal lleva a la violencia.

Es así que mediante la dimensión de la reproducción no hay verdad objetiva y sus dimensiones van del funcionamiento del sistema escolar a las actitudes de las distintas clases sociales con relación a la cultura.

La otra perspectiva

Un autor que influye dentro de esta perspectiva es Althusser, pues introduce importantes conceptos acerca de la reproducción, como el concepto de “La primera educación” refiriéndose a que existe una “página en blanco” entre la relación del niño con su madre hasta la relación educativa. así también el poner en cadena lógica y coherente las relaciones sociales, escuela, cultura y la interiorización. 

Así que se puede decir que la reproducción de las relaciones de clase, es el resultado de una acción pedagógica que no parte de una tabla rasa, más bien se ejerce sobre sujetos que recibieron de su familia capital cultural y posturas culturales. Concluyendo que la violencia simbólica es exactamente la acción pedagógica que impone significaciones y las impone como legítimas.

Aquí la autoridad pedagógica juega un papel muy importante pues implica el trabajo de inculcar, el cual tiende a durar mucho para poder tener una formación durable, es decir hábitos por la interiorización de los principios de arbitrariedad cultural. 

Así como también implica una condición social por su ejercicio de autonomía relativa y de la instancia que tiene la tarea de ejercerla, ya que toda acción pedagógica es objetivamente violencia simbólica en cuanto es impuesta a través de un poder de arbitrariedad cultural.

Para entender mejor acerca del tema es de gran utilidad ver el siguiente vídeo:

Bibliografía: 

Bourdieu, Pierre y Jean Claude Passeron (1977) “Introducción a la edición Castellana”, “Introducción a la edición italiana” y “El hijo del pelícano puede matar al padre”. En: La Reproducción. Editorial Laia. Barcelona. Pp. 9 a 33.

García Canclini, Néstor (1990) “Introducción. La sociología de la cultura de Pierre Bourdieu”. En: Bourdieu, Pierre, Sociología y Cultura. CNCA-Grijalbo. México. Pp. 9 a 50.

Bourdieu, Pierre (1987) “Los Tres Estados del Capital Cultural”. Revista Sociológica. No. 5, otoño 1987. México. Pp. 11 a 17.